Las temperaturas bajan y el entorno se convierte en un problema para el jardín, donde existe un gran riesgo de ver cómo el frío acaba con algunas de nuestras plantas. Debido a ello, es fundamental que aprendas cómo proteger las plantas de las heladas, para lo cual puedes aplicar distintos tipos de sistema.
A continuación, te explicamos todo lo que tienes que saber, las ideas que tienes que aplicar y los productos a los que puedes recurrir para proteger tus plantas y ayudarlas a que sobrevivan al invierno.
Cubiertas protectoras de plantas
El método por el cual apuestan los principales expertos en jardinería es el uso de cubiertas protectoras de plantas. Se trata del recurso que proporciona unos mejores resultados y que, al mismo tiempo, resulta más recomendable debido a su relación calidad-precio. Con propuestas como la cubierta protectora de plantas Boyigog, vas a poder proteger las plantas y asegurarte de darles el apoyo que necesitan para sobrevivir a las bajas temperaturas.
Lo bueno de este tipo de cubierta es que no solo proporciona protección ante el frío, sino que también está preparada para aportar otros niveles de defensa a las plantas. Las protege en casos en los que el viento es de gran intensidad, cuando llueve de forma extrema o en el contacto con la nieve o el hielo. Además, se protege de la presencia de insectos, del ataque de aves y e incluso del daño que puede causar el impacto intenso de los rayos del sol.
Otra alternativa dentro de este mismo tipo de producto es el cubre plantas Amazy, el cual es muy práctico, fácil de colocar y con cremallera de fácil uso. Este tipo de funda genera un microclima dentro de ella que se ocupa de proteger las plantas para que puedan continuar su crecimiento sin ningún tipo de irregularidad. Lo bueno es que puedes ajustar el fondo, así que no tendrás problemas en lograr que las plantas estén cómodas.
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Ten en cuenta, por otro lado, que estas protecciones con cubierta son tan transpirables que funcionan en cualquier momento del año y no solo en invierno. Por ejemplo, en verano las puedes utilizar con la intención de proteger de las aves o de otros ataques, creando ese tipo de clima que asegura el crecimiento sin que las plantas se tengan que exponer a ningún peligro.
Agrupa las plantas
Si estás usando este tipo de cubierta protectora, lo mejor que puedes hacer es asegurarte de unificar las plantas y no dejarlas desperdigadas por distintos puntos del jardín. Piensa que se trata de ayudarlas a sobrevivir, no de que estén dispuestas de una manera bonita. La cobertura de las plantas resulta más sencilla cuando se encuentran colocadas en un espacio reducido, por lo que ganarás en eficacia.
Eso sí, pon las plantas de una forma ordenada. Atrás pon las plantas que sean más altas y las demás sitúalas de forma que tengan espacio, pero se encuentren cercanas. Lo mejor son entre dos y tres filas. Luego pon una cobertura como la tela antiheladas JYCRA para cubrirlas de una forma adecuada.
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Riega de una forma menos habitual
Si este es el primer invierno en el que cuidas de tus plantas, seguro que la situación te ha sorprendido y que te has encontrado sin prepararte ante la necesidad de introducir medidas. Por ello es posible que no estés preparado respecto a lo que tengas que hacer.
Dicho esto, una de las cosas a tener en cuenta es que tienes que ajustar el volumen de riego. No puedes seguir regando tantas veces como lo hacías en verano. El motivo de ello se encuentra en la forma en la que el agua se congela con las bajas temperaturas, en especial a lo largo de la noche. Por ello, cuando el agua que está en contacto con las raíces se congela, se comienza a producir un efecto muy grave hacia la condición de la planta.
Para solucionarlo, riega menos y, por otro lado, comprueba que el sistema de drenado de las plantas se encuentra abierto y en condiciones. Eso ayudará a que el agua no se acumule de forma indebida.
Protege las plantas
El invierno está relacionado con el frío, pero también con el incremento de las tormentas y las ráfagas de viento. Eso significa que no solo te tienes que preocupar de la temperatura, sino también del viento que puede llevar a que tus plantas se caigan. Aunque hayas instalado una buena maceta, nadie puede garantizar que esta no se terminará cayendo por impacto del viento.
Por ello, haz todo lo posible para evitarlo. Pon las macetas contra una pared resistente y, a ser posible, en un espacio que tenga cierta protección contra el viento. Puedes utilizar unas rocas de forma que aseguren la base de la maceta. Y, sobre todo, piensa que las cubiertas de invierno con cremallera, aportan resistencia también contra los efectos del viento.
Instala un invernadero
Si tienes presupuesto para realizar un cambio radical en tu jardín, una buena posibilidad es la instalación de un invernadero. Con ello te asegurarás de aportar un alto nivel de protección a tus plantas, asegurándose de que siempre tengan el mejor nivel de cobertura y que se puedan beneficiar de unas condiciones climáticas satisfactorias.
El problema del invernadero es que cambia demasiado la estética del jardín, ocupa un amplio volumen de espacio y, no menos relevante, supone un gasto superior. Por ello, la mayor parte de quienes protegen las plantas en invierno para que sobrevivan lo hacen mediante cubiertas y no complicándose con un invernadero. Pero la posibilidad existe, por lo que, si se ajusta a tus necesidades, podrías sacar partido de ella.
Aumenta la protección con un acolchado
Lo último que te vamos a recomendar es que hagas uso de la instalación de un sistema de acolchado. Con esta técnica también puedes proteger las plantas, en especial aquellas que sean más sensibles o que tengan un aspecto de mayor fragilidad.
El acolchado es un tipo de suelo especial que protege las raíces y que se ocupa de crear una capa de aislamiento térmico que también ayuda contra el frío. Por lo tanto, el agua que llega a las raíces continúa fluyendo a una buena temperatura sin que haya que preocuparse de la congelación.
Última actualización el 2024-10-05 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados